Si analizas bien las fotos de esas casas que te encantan, verás como el color es el elemento a través del cual una estancia cobra vida, remarca un área, juega con los volúmenes de la arquitectura y destacar lo mejor. También es el encargado de ocultar las cosas que no nos gustan o que no queremos que se noten. Con el color podemos ampliar una habitación muy pequeña, o estrechar un espacio de igual manera bajar un techo demasiado alto o incluso calentar una habitación demasiado fría. Los interioristas están de acuerdo en que si escoges colores de base neutros conseguirás añadir luminosidad y tu casa se verá más amplia, porque se multiplicará la luz. Deja los colores oscuros para puntos en los que tu proyecto te pida un poco de atención, por ejemplo, los textiles, un cuadro, o alguna pared que quieras resaltar.