Para provocar un contraste, lo indicado es pintar casi toda la habitación en una gama muy clara y después seleccionar el área donde pondremos el o los colores más fuertes que crearán el acento que hará que tu casa se vea única. Si quieres un color muy oscuro, adelante, puedes ponerlo, pero recuerda, sólo en una pared y de preferencia emplea papel tapiz, por si te cansa pronto el efecto, o decides probar otro color lo puedas retirar fácilmente. Un ejemplo más de contrastante a través de los tonos, es la separación de áreas o zonas que están en la misma estancia y quieras hacer evidente las vocaciones de cada una, por ejemplo, la cocina de la sala y para ello tanto el piso como la colocación de los muebles y demás elementos decorativos pueden ayudarnos a reforzar el efecto que deseemos crear.