Ito desea simbolizar la naturaleza en cada una de sus obras. Y si en ellas el árbol ha sido el actor principal, no faltan otras figuras naturales que facilitan la formalización de ideas, espacios y detalles constructivos. Su afán por integrar las reglas de la arquitectura en las leyes de la naturaleza y su interés creciente por las estructuras formales, basadas en la geometría, confluyen en el legado de grank lloyd wright, con el que coincide en afirmar que el árbol es el esquema radical de toda arquitectura.
En españa, ha denominado los canales de su parque de la gavia de madrid con el nombre de “árboles de agua”. Un tronco es el contorno de la Torre roja de porta fira en barcelona, una de las dos recientemente levantadas en la capital condal. Cerca, otra arboleda plana acaricia el pórtico de la ampliación de la fira, proyectada por ito en 2003, sugiriendo las palmas de gigantescas manos. Respecto al color rojo, es el color de la tierra. Es un color apasionado, alegre.