El techo es también una parte de tu casa que requiere cuidado y atención constante. Examina rejillas de ventilación y extractores de aire que den al techo en busca de nidos de aves u otras cosas que puedan bloquear el flujo del aire, así como checar y reemplazar los azulejos o lavarlos en caso de que fuera necesario. Comprueba si pasa la luz a través del techo, por estos puntos también podría pasar el agua de lluvia. Trata de encontrar puntos o manchas de humedad en las vigas o el revestimiento del techo, pues eso también indica qué puntos se están mojando por las goteras cuando llueve. Encontrar un problema a partir de estas indicaciones no significa que pasemos a la acción: no intente reparar el techo sin la ayuda de un especialista. Llevar a cabo reparaciones en la cubierta exterior conlleva graves riesgos debido a la altura, por lo que se debe recurrir a profesionales especializados.