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Otra de las tareas que tienes que hacer es checar y limpiar la chimenea, tanto el fogón como los tubos de extracción de aire, cada dos años. De vez en cuando inspecciona por tu cuenta en busca de nidos u otras cosas que puedan bloquear el flujo del aire. Tampoco olvides que los canalones también requieren limpieza una vez al año. Para hacer este trabajo se necesita de una pala o escoba y se recomienda hacerlo cuando éstas estén secas, para facilitar la tarea. En caso de que sean de metal (aluminio o chapa) hay que buscar marcas de óxido. Si las encuentras, es el momento de desatornillar y pasarle pintura de esmalte. En las piezas de PVC debes estar atento a posibles grietas.