Tal vez te encantan los colores vibrantes como el rojo o el rosa mexicano, pero ten presente que el objetivo es conseguir un lugar en donde nos relajemos, por lo que siguiendo algunas pautas será fácil conseguir tu oasis personal. Esto no quiere decir que hay tonos incorrectos, simplemente hay que saber cómo emplearlos y una herramienta que nos puede auxiliar es la cromoterapia, que utiliza los colores cómo elementos terapéuticos, así usando distintos tonos de un mismo color pueden ayudarte a conciliar el sueño más rápido o hacerte sentir en bienestar y armonía.
Un ejemplo de esto es utilizar el tono más oscuro en el cabecero del dormitorio, que suele ser la pared más grande y otras gamas más claras del mismo color en el resto de las paredes. Te parecerá increíble, pero al pintar así la habitación ésta transmitirá la sensación de orden y equilibrio. Si quieres algo más clásico también puedes apostar por los tonos básicos, blancos o cremas y añadir color en los complementos, como cojines, fundas nórdicas, cuadros, lámparas, etc. No temas equivocarte, pero si no te gusta el resultado pues con otra mano de pintura quedará solucionado.