El buen clima y la época estival se presta mucho a los picnics, y cuando pasamos por comida preparada, muchas veces nos la dan en envases de plástico desechables o peor aún de unicel, que una vez vacíos se convierten en montañas de basura. Una buena opción es que si vas a comprar alimentos, lleves tus propios envases, así no contribuirás a generar más desechos plásticos de un solo uso. De igual manera lleva contigo tus propios popotes los hay de plástico rígido o de metal. Haz conciencia y compra productos reutilizables: cubiertos, platos y bolsas de tela para usar lo menos posible el papel de aluminio.
Si bien hay que tener un consumo responsable, tampoco se tratar de que si las loncheras tanto de los niños como las nuestras, huelen mal o ya están en mal estado debamos seguir conservándolas, porque entonces estaremos acumulando y tendrías que reformar la cocina para tener más espacio y lo ideal es que logremos un balance entre consumir lo básico, pero también saber cuándo es tiempo de deshacernos de lo que ya no cumple su cometido.