Esto es imprescindible si no lo habías ocupado, pero también si lo usas regularmente y sobre todo si hay personas asmáticas o alérgicas al polvo en tu hogar, es importante que realices esta tarea cada 3 o 4 semanas, ya que es muy fácil que la polución se acumule en los filtros. Además al hacer la limpieza conseguirás alargar la vida de tu equipo, consumirás menos luz y será más eficiente.
Aunque cada marca de aire acondicionado cuenta con diferentes características, el proceso es similar, así que sigue estas indicaciones:
- Baja el switch de la luz, o desconéctalo antes de manipular tu aparato.
- Localiza el sistema de apertura del aire acondicionado. Suele ser una pestaña en el lateral, pero, también podría estar en la parte frontal. Abre o retira la tapa del split.
- Extrae los filtros tirando de ellos y lávalos con agua directamente en el grifo. Puedes usar un cepillo para remover las pelusas y suciedad, pero hazlo suavemente y con mucho cuidado, pues los filtros están hechos de un material muy delicado. En caso de que sean de carbón activo, no los laves, estos se cambian cada 2 años en promedio. Si tu equipo cuenta con filtros anti olores y polen no los mojes, solo pásales un trapo o aspíralos.
- Déjalos secar bien durante unos minutos y colócalos nuevamente.
Cabe señalar que muchas veces, al encender el aire tras limpiar los filtros, se detecta un olor extraño. Esto puede ser debido a que los hongos se han acumulado en el sistema. En este caso, es conveniente aplicarles un producto que elimine bacterias y hongos.