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Pero si decides ir más allá y piensas que tan conveniente sería reformar tu hogar, déjanos adelantarte que, si es una fuerte inversión, pero también trae aspectos positivos para el hogar en sí. Y es que independientemente del ahorro que tendrás reflejado de forma casi inmediata, los beneficios a futuro son los mejores.

Por ejemplo, instalar sistemas recolectores de agua, celdas fotovoltaicas, cambiar las ventanas sencillas por unas de doble o triple acristalamiento, hará que la vivienda tenga una mayor calidad y se mantenga en las mejores condiciones durante mucho más tiempo. Lo que a la larga se traduce en un aumento del valor de la misma.