Al contrario que los pavimentos de caucho o de linóleum, los pisos vinílicos o de PVC son de tipo sintético. Además, son antiderrapantes, muy resistentes a la humedad y al desgaste, mientras que su mantenimiento y limpieza son sencillos.
Los nuevos pisos vinílicos imitan perfectamente elementos naturales como la piedra o la madera, logrando texturas muy realistas que hacen muy difícil distinguirlo del verdadero material. Eso sí, los pisos vinílicos tienen la ventaja del menor precio, la fácil colocación y el sencillo mantenimiento.
Se pueden utilizar en cualquier zona de la casa, incluidos los baños y la cocina. Es muy interesante la posibilidad de instalarlo sobre pisos existentes, por lo que las remodelaciones son más sencillas.
Si el piso no está nivelado, se debe hacer con un mortero autonivelante, y después solamente se coloca encima con adhesivo casi sin aumentar el grosor.