Es un hecho que estando en casa damos muchas vueltas a la cocina y más específicamente al refrigerador y no es que nos dé más hambre de lo normal, pero se ha comprobado que la ansiedad y el aburrimiento son los causantes de tus constantes incursiones a la zona de la comida. Además, toma en cuenta que cada vez que abres el refrigerador el motor se enciende y consume más energía con el consiguiente alza de la luz. También al interrumpir tus horarios de comida tu cuerpo empieza a acumular esas calorías extra que no quemas. Mejor Intenta no picar tanto entre horas, así matarás dos pájaros de un tiro.
Algunos tips para ayudarte a reducir el consumo eléctrico son: No meter comida caliente en el aparato. Verifica que tengas las temperaturas adecuadas en ambos, ¿Y cuáles son éstas? para el congelador -18°C mientras que el refrigerador a 4 o 5°C son los indicados para mantener tus alimentos en perfectas condiciones y no elevar el recibo. No dejes abierta la puerta del electrodoméstico, piensa que vas a ocupar antes y hazlo rápido. Envuelve bien tus comestibles, además de conservarlos mejor, te ayudará a consumir menos. Optimiza el almacenamiento para que el frío se distribuya bien y gaste menos.