El dirty chic es extravagante y transgresor, un estilo irreverente que busca romper a toda costa con las reglas de la decoración actual, eso sí, sin dejar de resultar atractivo; y es que lejos de lo que parece, el dirty chic es coqueto. Sí. Busca armonía y belleza, aunque es evidente que de una forma cuanto menos peculiar. Te contamos los secretos de este estilo decorativo que cuenta con defensores y detractores a partes iguales.

Desgaste en los ambientes

El dirty chic ama el paso del tiempo, o mejor dicho ama la adaptación de los espacios a este paso del tiempo; y es que este estilo decorativo cree en la belleza de lo perecedero, por este motivo no intenta ocultarlo, lo muestra con orgullo. A simple vista podríamos decir que guarda alguna lejana relación con el estilo industrial; y es que ambos aman materiales como el hierro o el ladrillo desnudo, no obstante, existe un pequeño matiz, el dirty chic no intenta ofrecernos su mejor cara, quiere que veamos como el paso del tiempo hace estragos en estos materiales.

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