Al ser el lugar donde se cocina y se almacenan los alimentos, es necesario estar al pendiente de que todo este limpio y en buenas condiciones para evitar que de esta estancia salgan malos olores. Las cocinas de planta abierta son maravillosas, muy prácticas. Pero hay que ser con ellas aún más cuidadosos con el tema de ventilar, por lo que será imperativo contar con una buena campana extractora para evitar humos, además de limpiar sus filtros cada 2 semanas.
Y bueno para minimizar la posibilidad de que algo huela mal, algunas recomendaciones son: saca la basura orgánica todos los días y lava el depósito de ser posible diariamente; pásale un trapo húmedo al interior del microondas, para eliminar las salpicaduras que pudieran hacerse al momento de calentar los alimentos; revisa el refrigerador cada tercer día, para eliminar comida que ya no sirva o alguna verdura en mal estado que pueda echar a perder a las demás, desprendiendo un "tufo" TE-RRI-BLE, higienízalo cada 3 meses y revisa las gomas, suele acumularse líquidos derramados aquí, revisa diariamente el frutero por si hay alguna fruta podrida. Airea toda tu casa todos los días por 10 minutos.