¿Te habías percatado que los colores y las diferentes corrientes arquitectónicas van muy de la mano? pues así es, y aunque el blanco va bien con todos los movimientos, es en el minimalismo donde se potencia su esencia.
Para conseguir una casa que emule este estilo, pinta tu fachada de blanco y enfatiza los marcos de tus puertas y ventanas, remarcándolos en negro, o si tu portón es de madera, dale un tratamiento para que éste recupere su brillo y belleza natural. Recuerda que la simpleza de las líneas es lo más importante. Para darle mayor impacto a tu fachada puedes incluir pequeñas jardineras a ras del suelo o macetas de forma cuadrada con plantas sencillas que no den flores e instalar luz indirecta para crear sombras y darle mayor protagonismo al caer la noche.