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Cuando se trata de modificar una casa pequeña, la clave principal reside en la distribución del espacio. Saber dónde hace falta más, dónde menos y cómo separar los distintos ambientes en base a su funcionalidad, sin restar centímetros. Por ejemplo, en esta vivienda nórdica de 38m², la distribución es lo que hace que el hogar "respire", a pesar del tamaño. Todas las áreas están ubicadas de forma que dejan un amplio espacio en medio para transitar libremente, y al ser abierto, fomenta una mayor sensación de amplitud.