Pero si lo tuyo es más apegado a la naturaleza y estas en contra de los químicos con los que se tienen que higienizar, entonces esta opción es para ti, además de que son toda una belleza a la vista y tienen un mantenimiento mucho más sencillo, ya que no hay que usar productos químicos ni cambiar el agua. Son piscinas que se “autorregulan”. Es decir, a través de las plantas se oxigena el agua y la grava actúa como filtro natural.
Puedes añadir pequeños pececillos para evitar la aparición de mosquitos, larvas o pequeños bichos. Y aunque el costo se eleva hasta un 40% más que la tradicional por todos los elementos que conlleva, esto se compensa al no tener que invertir ni un peso en el mantenimiento. En cuanto al precio, podrás conseguir una piscina natural desde unos $200.000 pesos aproximadamente.