Una de las paredes de la vivienda aprovecha totalmente los 3.3 metros de altura para ganar espacio y ubicar un clóset-estantería fabricado a la medida para la ocasión desde el piso hasta el techo. La zona baja y más accesible está formada por clósets de madera en color blanco, donde se guarda la ropa y los objetos que se utilizan con más frecuencia. Cuando acaban los clósets empiezan las estanterías, una zona a la que se puede acceder mediante unas escaleras móviles de acero negro o a través de la recámara. Esta zona es ideal para utilizar de librero o para exponer artículos comprados durante el paso de los años. Aquí no hay excusa para tenerlo todo ordenado.