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Si por separado te gustan, cuando los juntas el blanco y el negro pueden ser complementarios en muchos ambientes del hogar y al colocarlos crearás ambientes elegantes, dinámicos, con mucha luz y de gran contraste.
Recuerda que, aunque el negro puede sobrecargar, el blanco lo relaja, evitando así la fatiga visual. Además, al mezclarlos lograrás estancias que aprovechan la luz, y al mismo tiempo obtienes juegos de luces y sombras capaces de destacar o subrayar, determinadas zonas. Prueba pintar la pared de tu cabecera en negro y el resto en blanco, ¿O que tal el piso de tu cocina? el efecto te encantará. Experimenta con esta dualidad cromática y dinos ¿El resultado te gustó?