Gracias a la globalización, no sólo las mercancías y empresas se exportan de un país a otro, también las costumbres viajan y aunque halloween encanta a chicos y grandes por los disfraces, las fiestas y el regocijo que les causa a los más jóvenes ir de casa en casa pidiendo dulces, nuestro querido méxico no deja que sus tradiciones se desvanezcan, así que no es raro ver a los niños disfrazados con el monstruo del momento y decirles a los paseantes ¿Coopera para mi calaverita?
El origen es incierto, pero se sabe que durante la época de la colonia los niños salían en esas fechas con un chilacayote y una vela a pedir apoyo para sus difuntos y en tiempos de la independencia, los hacendados les regalaban a sus trabajadores el día de muertos dulces y dinero para ir a visitar a sus difuntos a los panteones.
Por lo que. Si el 2 de noviembre andas por las calles solo o acompañado, seguro algún niño te dirá esa frase que sólo oirás en méxico ¿Me coopera para mi calaverita?