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Esta sala a dos alturas integra también una zona de comedor y una cocina que se puede ver al fondo, comunicada. La mejor forma de sacarle provecho y hacer que la luz llegara al fondo sin encontrar barreras, fue derribando muros. en su lugar idearon un espacio abierto por el que se accede al comedor, así como un enorme ventanal de cristal fijo, que además de quedar fenomenal, cumple perfectamente la función de conectar visualmente ambas áreas.
Este tipo de muros de cristal se pueden imitar con muchos materiales, desde tablaroca hasta madera o metal. mejor si son cristales de seguridad (laminado o templado y de un grosor mínimo de 10 mm), para que en caso de rotura no se produzcan accidentes.